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Alcaraván, Vanelus chilensis, Southern lapwing, ilustración Rosa Elena Albornoz Méndez |
La
exhortación a "estar atento" siempre me ha parecido más una tarea que
una invitación. Pero concentrarse en ver pájaros, estar por completo olvidado
de lo que viene después de la actividad de pajareo y entregarnos al disfrute de
ver y el silencio que trae, que viene de la observación de aves es tan natural
y sin esfuerzo como mirar el cielo.
Ver
a los pájaros en sus hábitos es enriquecedor. Por ejemplo una pareja de
Alcaravanes, Vanelus chilensis, Southern Lapwing, llevan de la mano, o vigilan
atentamente cada paso que da su pichón. Ese simple acto proporciona un goce visual y dibujan una
sonrisa en mi boca. Ver cómo se
“agachan” si estás muy cerca de ellos, como queriendo pasar desapercibidas, aun
cuando no tengan ningún arbusto donde esconderse ó cómo llaman al pichón si se
aleja mucho o ver cómo salen a buscarlo si ven que puede estar en peligro, nos
devuelve la vida. Así una familia de alcaravanes y sus interacciones, se
convierte en una narración visual, sin palabras, sólo con hermosas plumas,
sonidos, cantos y llamados y así se va tejiendo una historia viva de la
naturaleza. Como la familia de alcaravanes se mueven en un terreno, abierto del
Parque del Este, conviviendo con nosotros los humanos, respetando las distancias. El ser testigo de
la paz y la quietud de los pájaros siempre calma mi alma. Y siempre que mi
mente se encuentre atrapada en un bucle mental que produce ansiedad, puedo
contar con los pájaros para que me traigan de vuelta a mí, a la serenidad y ante tanta calma y belleza me
pregunto ¿realmente estoy viendo esto ?
Hay algo en la observación de criaturas aladas en la naturaleza que me pone en
contacto con la maravilla y el deleite. Tal vez sea la imprevisibilidad de
estos encuentros lo que graba mi
memoria, rodeada de lo imprevisto, las sorpresas, lo inesperado, una curva en
el sendero para ver un Martín pescador zambullirse, un Guaco que engulle un pez
inmenso, un Playero coleador
trinando y revoloteando nerviosamente en la orilla de la laguna, el maravilloso
diseño de las plumas de un Pájaro Vaco o el colorido refulgurante de la garganta de un colibrí Mango Pechinegro
frente al sol, sea lo que sea, estas experiencias me recuerdan que la vida está
llena de sorpresas cuando estoy atento a lo que me rodea y abierto a recibir
los regalos que los pájaros saben
dispensarnos con sólo dejarse ver y que nosotros estemos allí dispuestos a
recibir esto.
Hasta
el próximo Zen birding, Pajareo Zen !
Gracias,
muchas gracias por compartir en tus redes sociales !
Mira esta laptop protegida por este Alcaraván !
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Mi libro para que mejores
tu pajareo en la naturaleza !
Créditos
Texto
e ilustración; Rosa Elena Albornoz M.
Bibiografía
Hilty Steven
, año 2005, Princenton University, Birds of Venezuela Second
edition
Avibase,https://avibase.bsc-eoc.org/species.jsp?avibaseid=6602BB5EE2D476C3
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