sábado, 4 de diciembre de 2010

Entrevista a Robin Restall, autor e ilustrador del libro "Aves del Norte de Suramérica"

Aunque el libro "Aves del Norte de Suramérica" tiene ya cuatro años de haber sido publicado, me impresionó conocer que su elaboración tomó diez años. Tres personas muy interesantes y dedicadas al mundo de la ornitología en Venezuela Robin Restall británico- venezolano, Clemencia Rodner y Miguel Lentino, aportaron su experiencia en el campo de la ornitología para crear estos dos invaluables textos. Robin es el ilustrador de las aves de este libro y me imagino que como para todo artista, debió quedar en la privacidad de su estudio la satisfacción del trabajo hecho, su aporte a la actividad científica y el apoyo a los observadores de aves. Probablemente no quedó del todo satisfecho con algunas ilustraciones. Al asumir un reto como este, el artista va a exigirse a fondo, tratando que el dibujo sea la representación fiel del ave. En el caso de Robin (ornitólogo y artista), su background publicitario debe haberlo colocado en una difícil tarea: ser aún más preciso. A veces me he atrevido a intercambiar con Robin vía mail comentarios de aves que lucen un poco distintas que cómo las ilustró, lo cual me ha llevado a pensar que este negocio de ilustrar aves de tantos colores, especies y subespecies, plumajes y estadios, sólo se logra superando una serie de obstáculos. Vamos entonces a compartir con el público que lee SiempreVerde Venezuela, el “making of” (o tras bastidores) de la elaboración de este libro con nuestro amigo Robin Restall.

1-Cuando te planteaste la elaboración de este libro las Aves del Norte de Suramerica?
Mi esposa y yo vivimos en Asia y el Pacífico, con sede en Hong Kong, de 1989 a 1995. Durante este tiempo tuve que recorrer toda la región por razones de trabajo, y tuve la oportunidad de estudiar un pequeño grupo de pinzones en casi todos los países donde estos existían. A finales de 1995 me retiré del área laboral y al mismo tiempo envié  mi libro "Munias and Mannikins a la editorial. Me encantó Venezuela, mi esposa es venezolana, tuvimos hijos y nietos aquí, y las aves de Venezuela representaban  (y aún representan) uno de los mayores reservorios de aves poco estudiado y poco conocidos en el mundo. Por lo tanto, era natural que llegaramos aquí para establecernos y detener nuestro deambular por el mundo. Me ofrecí entonces para trabajar en la Colección Ornitológica Phelps, donde combiné los estudios en el museo con salidas de campo para encontrar aves poco conocidas. Kathy Phelps me pagó de una forma  singular: con el honor de hacerme Investigador Asociado en el museo. No pasó mucho tiempo para que comenzaran a aparecer problemas en la identificación precisa de muchas aves. Toda la literatura de aves en esos días llegaba hasta la identificación a nivel de especie. Las guías de campo típicamente mostraban una ilustración de una especie adulta, acompañada muy ocasionalmente con el dibujo de la hembra completa, pero más a menudo asomándose detrás del macho, como si estuviera espiando detrás de este. El plumaje de muchas subespecies y muchos juveniles inmaduros no estaban descritos correctamente (algunos no estaban descritos en lo absoluto!) y por lo tanto no se ilustraban. Los problemas de identificación eran a veces imposibles de resolver. El museo Phelps tenía una magnífica biblioteca, y me encontraba a menudo pasando más tiempo en la investigación de la literatura antigua que en el estudio de las aves actuales. A pesar de la enorme ayuda y la guía de Miguel Lentino, mi mentor y guía en este empeño, nos ocurría una y otra vez: nos perdíamos tratando de saber con precisión qué pájaro estábamos observando. Yo pedía a gritos un libro que tuviera ilustraciones a color de los plumajes de todas las aves que podíamos encontrar en Venezuela. Finalmente me di cuenta que de existir así un libro, tendría que hacerlo yo mismo.
Mis muy buenos amigos Clemencia Rodner y Miguel Lentino se ofrecieron a colaborar en la realización del mismo. Clemencia fue la redactora del texto y Miguel preparó los mapas de distribución. Expuse este proyecto a mi amigo Christopher Helm, el editor del libro “Munias and Mannikins” e inmediatamente se entusiasmó,  pero dijo que el libro sería mejor si incluía todas las especies del norte de América del Sur. Nos gustó la idea y nos comprometimos a hacer el libro. Fue un caso clásico de “tontos corriendo donde los ángeles temían pisar”…


2- Tenías idea de cuanto tiempo tomaría terminar el libro?
El editor pensaba que se podría producir el libro en un par de años, posiblemente tres. Nosotros pensábamos lo mismo. Pero ninguno tenía la menor idea de lo enorme e increíblemente complicado que sería este trabajo. El problema fundamental se produjo en dos partes: para empezar, no había ningún registro o indicación sobre cuántos distintos plumajes hay para cada especie. Fuimos descubriendo esto sobre la marcha. Esto significaba que no podíamos estimar el número de ilustraciones necesarias, ni cuantas láminas habría, y el editor no podía a su vez estimar el costo probable de la edición. Al final, había pintado más de 7000 imágenes distintas, de los cuales unas 6.400 se utilizaron en el libro.
El otro problema fue el concepto en sí mismo del libro y sus láminas. Este libro era necesario porque no había ilustraciones de miles de aves en un libro que ayudara a identificar las aves, pero precisamente esto se debía a que tampoco existían referencias en colecciones de museos que ayudaran a pintar las mismas. No tenía referencias para pintar!
Clemencia tuvo casi las mismas dificultades para encontrar información acerca de las aves virtualmente desconocidas hasta entonces, y Miguel estaba dedicado a buscar referencias acerca de la distribución. Todo esto contribuyó más que ninguna otra razón a que el libro tomara 10 años en terminarse.
3-Para ser preciso en la ilustración y quedar satisfecho con el trabajo realizado ¿cuánto tiempo te tomaba en promedio ilustrar un ave?
El concepto del libro nunca fue el de elaborar una guía de campo. Se trataba de ofrecer ilustraciones con plumajes comparativos de una especie determinada. Para que esto funcione, cada ave necesita ser tomada casi en cuatro dimensiones, de modo que el vientre y la rabadilla puedan verse, el tarso pueda verse, y así casi todos los detalles del plumaje de cada ave, de forma tal que podía compararse con otra. En lugar de una persona concluir que un ave era, digamos, un Masked Cardinal (Cardenal Bandera Alemana), Paroaria nigrigenis, la persona podría mirar las ilustraciones, estudiar el mapa, leer el texto, y saber si el ave era un adulto, inmaduro o juvenil, y - más importante tal vez, si era de hecho el ave observada. 
  En la creación del libro BNSA avanzamos en nuestra convicción de que las aves al sur del Orinoco, eran en realidad especies distintas. Y el año pasado un importante estudio basado en el ADN demostró que lo son.
¿Estoy satisfecho con las ilustraciones? Para el propósito que fueron diseñadas, sí. Están bien y funcionan. Pero recordemos que el libro fue pensado para complementar las guías de campo existentes, no para reemplazarlos o sustituirlos. Sobre el libro de las aves de Venezuela de Steven Hilty, sin duda, es mejor para la identificación de las aves en el campo a nivel de especie, pero el libro BNSA está allí como un suplemento, para rellenar las zonas grises, y dar muchos más detalles. Desde su publicación, me he dado cuenta que hay muchos plumajes más que podrían añadirse. Sospecho que en total final, si fuera posible pintar todas las variantes, podría alcanzar 10.000 imágenes de la región.
Pintar un ave, puede tomar desde una hora hasta un par de días. No depende tanto de los detalles del plumaje en cuanto a lo que el ave parece. La investigación y la preparación de el borrador o bosquejo inicial, invariablemente, lleva mucho más tiempo que la pintura. En mi pico de productividad, he pintado 12 a 14 aves de un día, trabajando 13 horas al día seis o siete días a la semana.

4- ¿Cómo lograste tener toda la información para ilustrar a un ave y todas sus variaciones de plumaje?
De diez a quince años atrás, la cantidad de material disponible en Internet de una excelente fotografía de un ave,  era una fracción de lo que es hoy. Hoy en día, en cuestión de pocos minutos, uno puede encontrar a menudo docenas de excelentes referencias fotográficas de muchas aves. Estos son muy útiles para mostrar características, la forma, las actitudes y posturas. Rara vez son confiables para los detalles de color y plumaje, y generalmente no son confiable respecto a la ubicación del lugar donde fue tomada la foto y sorprendentemente, hay muchas identificaciones equivocadas! Aun así, son un recurso muy valioso que no tenía cuando comencé a trabajar en el libro. En ese tiempo, el único recurso eran las colecciones de los museos, y viajé varias veces a Nueva York, Washington, Boston, y Louisiana para el estudio y la pintura de los ejemplares en sitio, observando cuidadosamente los diferentes y distintos plumajes.

5-¿ Quién patrocinó tus viajes a otros países para poder tener referencia de las pieles de las aves ?
Pagué yo mismo todos mis viajes a estos lugares, los pasajes aéreos, hoteles, y comidas. De hecho, todos nuestros gastos fueron costeados por nosotros mismos. El anticipo de las regalías e ingresos posteriores de cada uno de nosotros no ha llegado todavía ni siquiera a la suma de toda la inversión hecha, los costos. Este libro fue concebido como una obra de amor, y permanece como tal hasta nuestros días. Hoy, con toda la experiencia en nuestras espaldas,  es fácil imaginar una edición totalmente revisada y mejorada. Pero eso sólo sería posible  si este el libro fuera objeto de una subvención importante para una segunda edición.

6-Nuevos libros? Proyectos?

Sí, el editor, que siempre vió BNSA como una guía de campo, decidió producir una serie de guías de cada país, basado en las ilustraciones de BNSA. El primero de ellos, una guía de campo de las aves de Trinidad y Tobago se publicó en 2007. Este se ha vendido tan bien que una segunda edición aparecerá el próximo año. Aprendí mucho sobre esa guía de campo en primer lugar, y como resultado la segunda edición cuenta con cinco láminas adicionales, y cerca de 20% de las imágenes se han pintado de nuevo con las aves en poses y hábitats que se adaptan mucho mejor a una guía de campo que muchas de las imágenes como se ven en BNSA. Por ejemplo, un único atrapamosca ha sido repintado con algunos plumajes adicionales que lo ilustran mejor. También hay algunas especies nuevas para este libro de Trinidad y Tobago, ausentes en la primera edición.
El segundo de la serie será una guía de campo para Aruba, Bonaire y Curazao, y se publicará en 2011. El próximo libro será una nueva guía de campo para el Ecuador, La Guayana, Venezuela, y finalmente, Colombia. En todos los casos, se ha trabajo el texto con expertos locales, mapas de países completamente nuevos y por lo menos 20% nuevas ilustraciones. Y cuando todos están terminados y publicados, quién sabe, podría haber suficiente material nuevo para hacer una segunda edición muy completa de BNSA. Pero antes de eso, adelantaremos ediciones electrónicas de todos ellos.
©SiempreVerde Venezuela 2010
Fotografías y dibujos: Cortesía de R. Restall

1 comentario:

  1. hola por favor dar el nombre del ave, con que inician este , trabajo de investigación , el que tiene las plumas marrones, el pecho amarillo y las franjas blancas que salen en la cabeza hacia el pico

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